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Imagina a Sofía, mamá primeriza, que tras llevar a su bebé recién nacido a casa se enfrenta al dilema: “¿cómo hacer que pase tanto tiempo boca abajo sin que llore?”
Esa misma noche, mientras arropaba a su pequeña Lucía, escuchó por primera vez ese término: tummy time. Intrigada, Sofía se sumergió en el mundo de esta práctica tan simple como esencial.
Lo que descubrió cambiaría la relación entre ella y su bebé, y le abriría una ventana a cómo estimular su desarrollo de manera divertida.
El tummy time (literalmente “tiempo boca abajo”) consiste en colocar al bebé sobre su vientre cuando está despierto y bajo supervisión.
No se trata de dormirlo así —de hecho, los expertos insisten en que los bebés siempre duerman boca arriba para prevenir el síndrome de muerte súbita infantil— sino de darle momentos para fortalecer su cuerpo mientras está activo.
Fortalece musculatura: trabaja el cuello, hombros, brazos y la zona del tronco, con lo que el bebé desarrolla control para sostener la cabeza, girar y luego comenzar a gatear y sentarse.
Previene deformaciones craneales: reduce el riesgo de plagiocefalia (cabeza aplastada) y tortícolis, problemas derivados de pasar mucho tiempo boca arriba.
Estimula la percepción y los sentidos: al estar en una posición diferente, el bebé ve nuevos ángulos, siente texturas distintas y aprende a coordinar movimientos visuales con motrices.
Fomenta el vínculo: es un momento ideal para interactuar, conversar, cantar, hacer muecas… una conexión afectiva complementaria al baño, al arrullo o a la lectura de un cuento.
Lo maravilloso del tummy time es que puede comenzar desde que llegas del hospital, incluso desde el primer día. Unas sesiones de 1 o 2 minutos boca abajo sobre tu pecho ayudan al bebé a acostumbrarse.
Pero, ¿cuánto es suficiente?
1. Desde recién nacido: sesiones breves de 2 a 5 minutos, varias veces al día (2 o 3 veces).
2. Hacia 2 meses: acumular entre 15 y 30 minutos diarios, divididos en sesiones que pueden ir alargando poco a poco.
3. Hacia los 4 meses: muchos bebés ya giran o se levantan sobre los codos; se sugiere entre 60 y 90 minutos diarios, distribuidos en varios momentos del día.
Recuerda siempre:
1. Que el bebé esté despierto y supervisado.
2. Hacerlo después de cambiarle el pañal o al despertar, nunca justo después de comer para evitar regurgitaciones.
Como en la historia de Sofía y Lucía, incorporar creatividad y estímulos hace la diferencia. Aquí van algunas ideas:
Ambientes variados
Usa una manta o tapete firme en el piso. Varía superficies: alfombra, colchoneta, o sencillamente tu pecho mientras haces contacto visual.
Apoyo inicial
Usa una toalla enrollada bajo el pecho del bebé para ayudarlo a levantar la cabeza más fácilmente. Después, quítala poco a poco para que gane fuerza.
Juguetes al alcance
Coloca peluches o móviles frente a él, dentro de su vista. También, los espejos no frágiles son ideales, especialmente después de los 3 meses.
Comunicación constante
Habla, canta, haz sonidos divertidos. Incluso puedes leerles en voz alta: estímulos de lenguaje tan importantes como los que sugiere este artículo sobre estimulación del lenguaje infantil.
Momentos de grupo
Los hermanos mayores pueden imitarlo y generar interés, o invitar a otros cuidadores a participar. Un espacio tipo ludoteca en casa también puede ser ideal para incorporar juegos multisensoriales
No te desanimes. Es común que los bebés protesten al principio. Prueba esto:
1 .Comienza con sesiones muy cortas, incluso un minuto.
2. Haz contacto visual, ponte frente a él o recuéstate en el piso para mirarlo.Varía de posición: sobre tu pecho, sobre tus piernas, o en tu regazo (posición football).Distráelo con sonidos, luces suaves o tus dedos moviéndolos frente a su campo visual.
Si después de un mes notas que no mejora, o hay señales como rigidez excesiva, asimetrías en el movimiento o aislamiento visual, es recomendable acudir con un pediatra o fisioterapeuta infantil.
Al final, el tummy time es mucho más que un ejercicio: es un momento de conexión, risa, estímulo y aprendizaje para tu bebé. Ese tiempo juntos ayuda a prevenir problemas físicos, al mismo tiempo que construye confianza, afianza vínculos y estimula su lenguaje, algo complementario a técnicas como las del estimular el lenguaje o crear una ludoteca en casa.
Es una excelente oportunidad para que aprendas principios básicos que podrían ayudarte incluso en situaciones de urgencia, como los primeros auxilios para bebés.
Recuerda también que conocer las etapas de desarrollo y habilidades esperadas te dará seguridad para acompañar a tu bebé paso a paso.
1. El tummy time fortalece músculos clave y previene malformaciones craneales.
2. Se inicia desde el alta hospitalaria, con sesiones cortas que se amplían con el tiempo.
3. Es más divertido y eficaz cuando se convierte en momento lúdico: variedad de posiciones, juguetes y lenguaje.
4. La supervisión constante y observación del bebé son fundamentales; ante dudas, consulta a un especialista.
Transforma esos minutos “boca abajo” en una experiencia llena de descubrimiento, cariño y desarrollo. ¡Tu bebé y tú lo disfrutarán —y crecerán— juntos!
Artículo redactado y optimizado por la agencia SEO MHA Consulting.